martes, 7 de octubre de 2008

RELATO CORTO IV





Parte primera
Melisa y Tom.






Melisa trabajaba poniendo copas en un garito de la costa, un bar no muy grande en el que sonaba música muy variada. Grupos como Los secretos, El último de la fila, Alarma, combinados en ocasiones con Barricada, Extremoduro, los suaves. Una mezcla entre pop y rock duro que en principio solo el DJ parecía entender y que al final terminó resultando de lo mas normal.

Trabajaba el fin de semana, viernes, sábado y domingo, le daba para vivir. El resto de la semana disponía de todo el tiempo del mundo, realmente contracorriente su manera de entender la vida.

Normalmente se levantaba tarde, sobre las once. Durante quince o veinte minutos se quedaba despierta, aun metida en la cama pensando sobre su vida. Había nacido en un país lejano, del norte, y ahora vivía aquí en un piso de alquiler con otras dos compañeras.

Tenía la suerte de sentirse libre, feliz de disfrutar la vida que deseaba. Casi toda la mañana se la pasaba patinando, disfrutando de su afición y convirtiendo las calles de la ciudad en un laberinto artístico que solo Melisa podía ver. Su corazón la dictaba pasar las tardes en un lugar de acogida próximo, en el que ayudaba en todo lo que podía, como recompensa ensanchaba su alma cada día un poco más. Continuará...

4 comentarios:

Oscar dijo...

Ya veo que no terminamos de huir de ese sórdido mundo que cada relato nos presentas. Seguiremos las vivencias y andanzas de Melisa.

Saludos DK's. (Intentaré veros el sábado).

Miguel González Aranda dijo...

Que será de Melisa........

Alberto dijo...

Luiskar, ¿por que nos dejas con la miel en los labios? Por favor, no queremos ni muerte, ni malos tratos, ni nada de eso..

VOLTOYA dijo...

Efectivamente lo peor (o según se mire lo mejor) está aún por llegar, pero "ojo" que os olvidais de alguien!!