sábado, 31 de enero de 2009

OTRO RELATO CORTO

Casimiro.











“Si, me llamo Casimiro y bebo bastante”. Con esta frase respondía cuando le preguntaban si era el típico borracho. El decía que bebía para aguantar a la mujer aunque más bien era al contrario, a la pobre la tocaba aguantar carros y carretas al lado de un tío tan cargante. Casimiro bebía a diario y los compañeros de chateo le decían: “vamos Casimiro sal a bailar…” y El comenzaba a bailar dando saltos delante y atrás como si de una marioneta se tratase, a veces no coordinaba bien sus pasos y se caía patas arriba pero rápido se levantaba tambaleándose.


El siempre contaba lo que eran sus grandes logros, ponía el ejemplo de una vez que haciendo la mili gano a todos sus compañeros bebiendo en la cantina diez litros de vino (para mi que exageraba) y tras esta gesta se subió en la barra a bailotear cayéndose de espaldas encima del tabernero y terminando ambos hechos una pelota en el suelo. Gran gesta sin duda.


Otra de sus hazañas que contaba día si, día también era que un buen día bajaron a una bodega a catar un vino de cosecha y como Casimiro fue el que mas se emborracho, se quedo toda la noche dormido en la mesa de la mencionada bodega, tras varios intentos de subir las empinadas escaleras sin éxito. Lo que Casimiro no contaba era que sus queridos amigotes le dejaron en calzoncillos y os podéis imaginar el numero de Casimiro al día siguiente escondiéndose por las esquinas hasta poder llegar a casa. Una vez allí su mujer le abrió la puerta y desde luego no le recibió con un fuerte abrazo.



Así transcurría la vida de este personaje solitario que sin duda era criticado por muchos pero también hay que decir que no era admirado por nadie. Para bien o para mal el legado de la vida de “Casimiro”.