martes, 25 de noviembre de 2008

RELATO CORTO VI

El mendigo




Tumbado en la calle, rodeado de cartones y ropa usada, viendo gente pasar, disimulando, mirando hacia otro lado como huyendo de alguien que les recuerda el fracaso, lo que serian sin dinero, sin trabajo, sin familia. El caso de Segis no era ese exactamente. Si es cierto que vivía en la calle desde hacia ya veinte años pero a diferencia de personas que por circunstancias personales, problemas económicos, con los vicios… se ven abocados a vivir entre cartones, El decidió vivir alejado del consumismo, de trabajar para producir como si de una vulgar maquina se tratara, de cumplir con miles de exigencias impuestas que no había elegido y le querían obligar a realizar.

Un buen día decide romper con esto y empieza a deambular por la ciudad. Muchas noches malas le enseñaron la cara oculta de la sociedad. Lo que tienes es lo que vales cobro sentido en su cabeza, y no solo tener sino demostrar que tienes. Se dio cuenta también de lo que era la generosidad, este concepto se lo enseñaron personas que le ayudaban dándole comida o bebida que efectivamente es vital para el ser humano. Lo que Segis mas apreciaba era que estas mismas personas se interesaran por El y comprendieran y respetaran su forma de vida.
Una vida dura sin duda que hacia sacar lo mejor de algunas personas, los miedos de otras, la indiferencia de muchas. Segis no pedía limosna se mantenía de las ayudas de gente que le quería y de rebuscar en las basuras. Así el bocadillo a medias que no quiso merendar un niño en el parque, el yogurt que caduco y fue a parar al contenedor, el cigarrillo que por las prisas alguien apago antes de tiempo, esa botella que se quedo en el parque eran sus recursos.

Lo peor de todo es que después de tanto tiempo se empezaba a dar cuenta de que su opción no era la adecuada como ejemplo para que las cosas cambiaran o fueran a mejor. Ese mundo ideal que estaba en su cabeza desde hacia tanto tiempo era solo una idea como otras muchas que pasan por nuestras cabezas, la diferencia fue que su mente quiso que se instalara en ella. Poco después era internado en un hospital psiquiátrico tras sufrir una grave crisis en medio de la calle producida por una enfermedad que llevaba con El toda la vida.

6 comentarios:

Miguel González Aranda dijo...

La vida da tantas vueltas que nunca digas: "de este calimocho no beberé".

Buen relato DK, pero yo ya tuve el placer de que me lo mostraras.

Un saludo

VOLTOYA dijo...

Asi es compañero, fue un momento intimo e intenso y me alegra que aun te acuerdes, quiero que lo sepas fuiste el primero, pero tambien decirte aunque me supongo que en el fondo lo sabias que este momento tenia que llegar. Saludos amigos!

Fluido DK dijo...

Segis no se sentía parte del sistema capitalista en el que, nos guste o no, estamos inmersos. Hay gente que no es consciente de ello; son las ventajas de no pensar.
Segis no pasó por el aro y se convirtió en una anomalía, en un inadaptado. Su error? pasar por alto que, pese a todo, el sistema tenía un lugar reservado para él, a elegir: vivir entre cartones o alojado en un hospital psiquiatrico.
Y aquello que fue un hombre con sueños e ideales se convirtió en una sombra.
Y aún así, todo siguió igual.

Alberto dijo...

Lo que está claro es que hay multitud de opciones que podemos tomar en esta vida. La mayor parte de ellas ni las conocemos o ni se nos pasan por la cabeza.
¿creeis que segis y priscila llegaron a cruzarse alguna vez?
no se amigos, pero muchas veces pongamonos en la situación de los demás para poder comprenderlos.
Hasta pronto.

Oscar dijo...

Bueno, es la incertidumbre uno de nuestros mayores temores. Hay otros. Pero ese, en especial es desconcertante. ¿Priscila y Segis? Es posible, tal vez en Campogrande, una de estas tardes.

¿Hay un mensaje oculto para uno de nosotros en este blog? Yo creo que sí.

Alberto dijo...

Por más que busco, no encuentro mensaje para nadie, amigo oscar.
Danos una pista, o por lo menos dinos para quien es el mensaje.
¿a estos es a lo que nos dedicamos en nuestros ratos libres?